Violencia en el fútbol argentino: 249 muertos
Por: Luis CasabalLa primera y la última muerte fueron por balazos. La historia se repite sistemáticamente desde el siglo pasado. La nueva última muerte que enluta al fútbol argentino ocurrió en marzo de 2010. El ex jefe de la barra brava de Newell’s Roberto “Pimpi” Caminos fue acribillado de cinco disparos a la salida de un bar.
El 14 de mayo de 1939 el fútbol argentino empezó a escribir su lista negra. Luis López, de 41 años, y Oscar Munitoli, de 9, murieron durante el partido entre Lanús y Boca, cuando la policía efectuó disparos luego de una pelea que se generó en una de las tribunas populares de la cancha del primero.
Semejante al caso del chico Munitoli fue lo que le pasó a Adrián Scaserra (14 años), quien falleció el 7 de abril de 1985 en la tribuna visitante de Independiente en un partido ante Boca, en Avellaneda, por un balazo. O el caso de Fernando Blanco (17 años), de Defensores de Belgrano, muerto el 27 de junio de 2005 luego de un partido contra Huracán.
Enfrentamientos con la policía o entre hinchadas, o simplemente graves errores organizativos, fueron responsables de las muertes en nuestro fútbol, como el grave incidente que ocurrió el 23 de junio de 1968 en el estadio Monumental, en el clásico River-Boca, cuando 71 personas cuyo promedio de edad era de 19 años murieron aplastadas y asfixiadas en la mayor tragedia de la historia del deporte de nuestro país conocida como La Puerta 12. Tampoco hubo respuestas oficiales por las siete víctimas de un River-San Lorenzo jugado el 2 de julio de 1944.
Pero en 1958 se produjo la primera muerte por enfrentamientos entre hinchadas. El 19 de octubre, en un partido entre Vélez y River, en Liniers, la hinchada visitante entró en la popular local y se armó una batalla campal en la que tuvo que intervenir la policía. Se lanzaron gases lacrimógenos. En los escalones quedó tendido Alberto Linker, un hincha de Vélez al que una de las bombas arrojadas le explotó en la cara.
Si bien desde una visión histórica las muertes empiezan a sucederse antes del inicio de la era profesional del fútbol en la Argentina (1930), otros investigadores marcan el comienzo de la fatídica estadística en el año 67 con el asesinato de Héctor Soto en un encuentro disputado entre Huracán y Racing.
Fechas fundacionales mediante, el número de víctimas siguió su oscuro ascenso con el paso de los años. En particular en la década del 80, cuando los incidentes en nuestro fútbol se hicieron frecuentes con el avance del poder de las barras bravas, instaladas definitivamente en los 90 como factor de poder. Desde el 16 de octubre de 1982 (José Luis Pérez, 25 años, Temperley vs. Los Andes) hasta hoy se registraron 147 muertes. En ese período hubo muertes que tuvieron mayor repercusión por haberse producido en partidos entre clubes grandes: antes de que comenzara Boca v. Racing , en la Bombonera, el 3 de agosto de 1983, Roberto A. Basile recibió una bengala desde la tribuna de enfrente que le perforó el cuello. El mencionado Adrián Scaserra (Independiente v. Boca, 7 de abril de 1985). Walter Vallejos y Angel Delgado (Boca v. River, 30 de abril de 1994) murieron baleados por una emboscada organizada por hinchas de Boca. Un balazo terminó con la vida de Ulises Fernández (San Lorenzo v. Huracán, 20 de diciembre de 1997).